Por:Guillén Calvo (Colombia), Valeria Arcos Hervas (Ecuador), Giselle Deñó (República Dominicana) [1]
“A medida que Pedernales se proyecta como un nuevo polo turístico en el Caribe, las contradicciones que enfrenta se hacen más evidentes. El rápido desarrollo de infraestructuras turísticas ha generado una demanda creciente de servicios, como la energía y el manejo de aguas pluviales, que el territorio aún no está preparado para satisfacer. Los apagones y las inundaciones de los cuales fuimos testigos durante los tres días que pasamos en Pedernales, son síntomas de un crecimiento que, sin una planificación adecuada, podría sobrecargar la infraestructura local y afectar a las comunidades que han vivido en el territorio durante décadas”.
Situada en una de las regiones más biodiversas del Caribe, la provincia de Pedernales, ubicada en el suroeste de la República Dominicana, se enfrenta al reto de equilibrar la conservación de sus paisajes con el desarrollo económico, impulsado por la expansión de infraestructuras estratégicas y el crecimiento del turismo.
Las inversiones proyectadas, que superan los 1,000 millones de dólares, están diseñadas para modernizar la infraestructura de la región, mejorando el acceso mediante carreteras, un puerto, un aeropuerto y la construcción de múltiples complejos turísticos hoteleros que podrían cubrir a futuro más del 10% de la capacidad hotelera del país. ¿Cómo esas inversiones transformarán a muy corto plazo las dinámicas sociales, ambientales y económicas de un territorio altamente vulnerable? ¿Es viable conciliar diferentes modelos de turismo entre un turismo de masa y un turismo que valore la identidad del territorio y proteja sus recursos? ¿De qué manera los actores del territorio pueden organizarse para acompañar esas transformaciones, minimizando los impactos negativos y dinamizando sinergias entre diferentes sectores de actividad en pro de la sostenibilidad del territorio?
Esas preguntas iban rodando en nuestra mente y conversaciones mientras recorríamos los paisajes espectaculares de las costas sur de la isla, territorios marino-costeros del caribe que separan Santo Domingo de Pedernales. Nuestra presencia allí respondía a una invitación de la ONG internacional CESAL (https://www.cesal.org), con quien nos propusimos desarrollar unos talleres entre el 10 y el 13 de septiembre de 2024, sobre el enfoque territorial aplicado al sector del turismo y la debida diligencia empresarial en derechos humanos.
Un territorio vulnerable desde múltiples aspectos
Uno de los aspectos más preocupantes de Pedernales es su vulnerabilidad ante las condiciones climáticas. De acuerdo a los resultados de un estudio del programa para la Protección Ambiental, financiado por USAID e implementado por The Nature Conservancy y el Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI) Pedernales se encuentra entre las provincias con los más altos niveles de vulnerabilidad. Este índice toma en cuenta factores como el nivel de exposición a eventos climáticos extremos, la capacidad de adaptación y la sensibilidad de las comunidades afectadas.
Izzo, M., Rathe, L., & Arias Rodríguez, D. (s.f.). IDDI-CLIMACCION/Fundación Plenitud. USAID. https://pdf.usaid.gov/pdf_docs/PA00JJ3J.pdf[i]
Entre los principales factores que explican esta vulnerabilidad se encuentran su ubicación geográfica en la costa sur del país, colindando con el mar Caribe y el país vecino Haití, las deficiencias en cuanto a servicios básicos e infraestructura, su baja capacidad productiva, unos niveles muy altos de informalidad y unas condiciones socioeconómicas desfavorables.
Además de su vulnerabilidad climática, Pedernales se enfrenta a desafíos socioeconómicos críticos. Según el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) publicado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), Pedernales tiene un IPM del 74.6%, lo que la coloca como una de las provincias con los niveles más altos de pobreza multidimensional en el país. Este índice mide la pobreza no solo en términos de ingresos, sino también en el acceso a educación, servicios básicos, condiciones de vivienda y acceso a empleo.
El alto nivel de pobreza multidimensional en Pedernales refleja las privaciones que experimentan sus habitantes, lo que limita su capacidad de adaptación y resiliencia ante fenómenos como el cambio climático. Esta situación agrava aún más las contradicciones entre el crecimiento turístico y el desarrollo integral del territorio.Esa vulnerabilidad contrasta con una riqueza ambiental y de biodiversidad excepcionales. La siguiente tabla ilustra la proporción de la superficie protegida en relación con la superficie total de cada provincia en el país:
Con más de 1,000 km² de superficie terrestre protegida y una población de poco más de 30 habitantes por km² de área protegida, Pedernales cuenta con casi el 75% de su territorio declarado como área protegida, lo cual la posiciona como la provincia con mayor proporción de superficie protegida a nivel nacional.
El Parque Nacional Jaragua y el Parque Nacional de la Sierra de Bahoruco son tesoros de biodiversidad y fueron declarados áreas protegidas para salvaguardar la riqueza y la fragilidad de un ecosistema dominado por bosques secos tropicales, complejos de lagunas, ecosistemas de manglares y humedales que sirven de hábitat a una diversa fauna. En estos parques, se encuentran más de 130 especies de aves, incluidas especies endémicas y migratorias, como el flamenco y la cigua palmera. Además, albergan especies de reptiles en peligro de extinción, como la iguana rinoceronte y la iguana de Ricord.
Las lagunas del Parque Jaragua albergan cuatro especies de manglares, ecosistemas esenciales que desempeñan un papel crucial en la protección costera, la regulación del clima y la provisión de hábitats para diversas especies, así como especies forestales endémicas, como el Guayacán, una madera preciosa altamente valorada. Este entorno único fue reconocido por la UNESCO en el año 2002, cuando designó a estas áreas protegidas como parte de la Reserva de la Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo. Este reconocimiento internacional subraya la importancia de la conservación de estos ecosistemas para la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la región, además de destacar su papel crucial en la lucha contra el cambio climático y la preservación de la diversidad biológica de la isla.
El hecho de tener una baja densidad de habitantes en áreas protegidas resalta la oportunidad de implementar un modelo de turismo sostenible, que fomente la conservación de los recursos naturales y culturales al mismo tiempo que genera ingresos y oportunidades para las comunidades locales.
Desafíos derivados del cruce de IPM, vulnerabilidad climática y desarrollo turístico
Al cruzar los datos sobre la pobreza multidimensional, la vulnerabilidad climática y las proyecciones de desarrollo turístico en Pedernales, surgen varios desafíos importantes que requieren atención de parte de los tomadores de decisiones y actores sociales del territorio:
- Desigualdad socioeconómica y exclusión social: El IPM del 74.6% indica que gran parte de la población local enfrenta privaciones significativas. Sin inversión en educación y capacitación, la población local podría quedar excluida de los beneficios del turismo, con el riesgo de que los empleos y oportunidades sean absorbidos por actores externos.
- Infraestructura vulnerable al cambio climático: La vulnerabilidad climática de Pedernales se agrava por la falta de infraestructura adaptada a fenómenos extremos como huracanes e inundaciones. El crecimiento del turismo podría verse afectado si la infraestructura no se fortalece para resistir estos eventos.
- Presión sobre los recursos naturales: El Plan de Desarrollo Turístico de Cabo Rojo, que prevé la construcción de hasta 12,000 habitaciones, ejercerá una presión considerable sobre los recursos hídricos y energéticos. Dado que la provincia ya enfrenta desafíos en el acceso a agua potable y energía, este crecimiento puede empeorar la situación sin una adecuada gestión de los recursos. Es clave que se materialicen los planes de ordenamiento territorial previstos para Pedernales y que se construya una visión de largo plazo integrando los múltiples usos de recursos proyectados en el territorio.
- Desplazamiento y exclusión de comunidades locales: Sin una adecuada gestión y aplicación de estándares internacionales en materia de acceso a la tierra y de derechos humanos, la expansión del turismo y la demanda de tierras para nuevos proyectos, todo eso en un contexto de cambio climático, podrían desplazar a comunidades vulnerables. Es crucial que los planes de desarrollo incluyan mecanismos para proteger a la población local, sus medios de subsistencia y asegurar su inclusión en los beneficios del crecimiento turístico.
- Sostenibilidad ambiental: Como hemos visto, Pedernales alberga áreas protegidas críticas. El desarrollo turístico podría amenazar estos ecosistemas si no se gestionan de manera sostenible. El reto es mantener un equilibrio entre el crecimiento económico y la preservación de los recursos naturales que son vitales para el turismo y la biodiversidad.
- Limitadas capacidades locales: A pesar de que en el territorio hay interés de la población de formar parte del encadenamiento económico y productivo que podría generar el desarrollo turístico, a la frágil institucionalidad con poca capacidad para anticipar los eventuales riesgos que podrían devenir del mismo, se suman las bajas capacidades instaladas para proveer bienes y servicios y puestos de trabajo calificados. El desafío mayor consiste en aprovechar las potencialidades locales y desarrollar programas de construcción de capacidades territoriales que permitan que las personas que ven en el turismo una oportunidad, las utilicen en aras de mejorar su calidad de vida.
Contradicciones del territorio: Crecimiento y vulnerabilidad
A medida que Pedernales se proyecta como un nuevo polo turístico en el Caribe, las contradicciones que enfrenta se hacen más evidentes. El rápido desarrollo de infraestructuras turísticas ha generado una demanda creciente de servicios, como la energía y el manejo de aguas pluviales, que el territorio aún no está preparado para satisfacer. Los apagones y las inundaciones de los cuales fuimos testigos durante los tres días que pasamos en Pedernales, son síntomas de un crecimiento que, sin una planificación adecuada, podría sobrecargar la infraestructura local y afectar a las comunidades que han vivido en el territorio durante décadas.
Importancia de la planificación y la gobernanza en el desarrollo sostenible
Uno de los pilares para garantizar un desarrollo sostenible en Pedernales es la planificación territorial a largo plazo, respaldada por una gobernanza inclusiva entre múltiples actores. La planificación no solo debe enfocarse en la expansión del turismo y en la mejora de la infraestructura, sino también en la construcción de capacidades territoriales para la valorización de una canasta de bienes y servicios con identidad, valorizando las sinergias entre los sectores de la agricultura, el turismo y la artesanía, buscando generar una “renta de calidad territorial” que brinde beneficios de forma sostenible a las comunidades.
El desafío del trabajo digno y de los derechos humanos en el sector turismo en Pedernales
A medida que el turismo crece en Pedernales, garantizar trabajo digno es un desafío crucial para que la población local pueda beneficiarse de las nuevas oportunidades. Entre las estrategias clave se incluyen:
- Fortalecimiento de la educación y formación técnica: Invertir en programas de formación en el sector turístico y en habilidades digitales permitirá a la población local acceder a empleos de calidad.
- Promoción del emprendimiento local: Apoyar el emprendimiento a través de PYMEs articuladas en redes y nodos empresariales permitirá a las comunidades generar ingresos a partir de la cadena de valor del turismo, distribuyendo los beneficios de manera más equitativa.
- Políticas laborales justas: Asegurar salarios dignos y condiciones laborales justas acordadas entre los diferentes actores del sector es esencial para evitar la explotación de los trabajadores locales y las afectaciones a los DD.HH.
Conclusión
Pedernales está hoy frente a un cruce de caminos mediado por el modelo de desarrollo que las autoridades y actores del sector privado están proponiendo implementar. Ese modelo apuesta al turismo masivo dentro de un ecosistema frágil, con un porcentaje alto de la población en condiciones de vulnerabilidad y un tejido social debilitado. Lo anterior representa un riesgo enorme en un contexto de cambio climático y de búsqueda de cierre de brechas de desigualdad.
Sentando hoy las bases de una planificación territorial a largo plazo basada en una visión concertada de los riesgos y oportunidades que representa el sector turismo, se puede cambiar radicalmente el futuro de ese territorio.
¿Queremos hacer más de lo mismo cuando hablamos de turismo en República Dominicana? ¿Estamos abiertos a repensar nuestros paradigmas frente al contexto de vulnerabilidad climática y de crisis de la cohesión social en los territorios de Latinoamérica y el caribe? El desafío radica en construir un modelo de desarrollo que equilibre el crecimiento turístico con la protección de los recursos naturales y la justicia social. Palabras que pueden quedarse vacías de contenido si nos limitamos a pensarlas como un eslogan para promover un nuevo destino turístico en el país. Los cambios estructurales son posibles cuando los actores con incidencia salen de sus retóricas habituales y están dispuestos a pensar fuera de la caja.
Responsabilidad Territorial Empresarial: Un compromiso necesario
En este contexto, la Responsabilidad Territorial Empresarial (RTE) se convierte en un pilar esencial para el desarrollo sostenible de Pedernales. Las empresas turísticas deben adoptar un enfoque que vaya más allá de la simple mitigación de impactos negativos. La RTE implica un compromiso activo con el territorio, que incluye la promoción de prácticas laborales justas, la inversión en el desarrollo de capacidades locales, la preservación de los ecosistemas y la participación de los actores locales en procesos de gobernanza inclusiva. Solo a través de este enfoque, las empresas podrán contribuir al desarrollo de un turismo que respete la identidad y los recursos del territorio, generando un impacto positivo tanto para la comunidad como para el medio ambiente.
El éxito del desarrollo de Pedernales no se puede traducir únicamente en montos de inversión, empleos generados y crecimiento turístico. Eso, el país y el sector privado dominicano han demostrado saber hacerlo. A pocos años del cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible y en el marco de las conversaciones sobre cambio climático y biodiversidad, el éxito de Pedernales, de los actores públicos, privados y de la sociedad civil dependerá en gran medida de cómo se logren articular los intereses de múltiples actores en un proceso de gobernanza inclusiva y responsable.
Sin ese tipo de gobernanza y compromiso empresarial, el desarrollo de Pedernales podría profundizar las desigualdades existentes y generar tensiones sociales y ambientales. Hagamos una prueba: que, por un lado, los actores que defienden la sostenibilidad del territorio no caigan en el pesimismo de que ya la historia está contada o, peor, que se queden hablando entre ellos mismos; y, por otro lado, que los actores públicos y privados que pensaron el desarrollo turístico de Pedernales desconozcan la necesidad de abrir una conversación más amplia sobre la sostenibilidad del territorio.
Nuestra sociedad y el sector turismo en República Dominicana requieren menos certezas, menos egos y más escucha, más diversidad, y más participación efectiva de los actores sociales y empresariales. La Responsabilidad Territorial Empresarial puede ser un camino hacia un modelo de turismo que no solo atraiga inversiones, sino que también construya un futuro sostenible para Pedernales y sus habitantes.
¿Quién se suma?
[i] Izzo, M., Rathe, L., & Arias Rodríguez, D. (s.f.). IDDI-CLIMACCION/Fundación Plenitud. USAID. https://pdf.usaid.gov/pdf_docs/PA00JJ3J.pdf
[1] Guillén Calvo es Director General LAC Insuco y Director Ejecutivo ICSI (guillen.calvo@insuco.com) . Valeria Arcos Hervas es Directora País Insuco Ecuador (valeria.arcos@insuco.com), Giselle Deñó es Directora País Insuco República Dominicana (giselle.deno@insuco.com).